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MIGUEL ASSO

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Cantando con Pilar Gascón

Cantando con Cecilio Navarro

Cantando con Ofelia Navarro

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Miguel Asso Vitallé (Zaragoza, 1886 - Zaragoza, 1936) fue un gran cantador de jota aragonesa que junto a Cecilio Navarro presidieron una de las edades doradas de este estilo musical, el de los años 1910 y 1920 hasta la aparición del gran José Oto. Nació en la calle Predicadores del barrio de San Pablo. Recibió lecciones de su madre, Eusebia Vitallé y de Balbino Orensanz y empezó a cantar muy joven, con lo que aún pudo alternar con joteros míticos como El Tuerto de las Tenerías o El Royo del Rabal, con el que actuó en 1901 en el Teatro San Fernando de Sevilla y, en 1902, en la Fiesta de la Jota de Madrid, con asistencia de la familia real. No obstante, su primera actuación pública había sido en un acto ofrecido a Benlliure. D. Galán Bergua recoge en su libro que Miguel Asso perdió a su madre a los 18 años, el 13 de octubre de 1905 y horas después de enterrarla intervino por vez primera en el Certamen oficial de Jota Fiestas del Pilar, en el que obtuvo el primer premio, revelándose como el gran cantador que fue. En 1908 quedó tercero, siendo primera la gran cantadora María Blasco. En 1909 fue segundo tras su gran amigo y rival de la época Cecilio Navarro, con el que llegó a cantar «jotas a dúo». Cecilio Navarro alcanzó el primer premio de 1909 y 1911 y el trofeo extraordinario de los años 1912, 1913, 1915 y 1916. En 1913, Asso llegó a protestar por el fallo del Certamen y Cecilio le retó ante la prensa a cantar una jota, apostándose 500 pesetas. En 1914 Miguel Asso fue Premio Extraordinario. Entre sus mejores creaciones destacan “La enredadera” y “Calle de la Independencia”. Llevó numerosas jotas al disco, varias de ellas en excelentes dúos con Jacinta Bartolomé, Ofelia de Aragón, Justo Royo y Cecilio Navarro. También destacó como profesor de canto, llegando a tener como alumnos a Pilar Gascón, María Asensio, Jacinta Bartolomé y el tenor Miguel Fleta. Fue también un habitual organizador de cuadros de jota y espectáculos regionales con los que recorrió numerosos países y la geografía española hasta la guerra civil. Su éxito más prolongado fue el del Théatre de la Cigale y el Palace, ambos en París. En este último music-hall actuó en la gran revista franco-española París-Madrid (1929), que protagonizó con enorme éxito Raquel Meller y en la que también aparecía una jovencísima Carmen Amaya.

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