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ASUNCIÓN DELMÁS

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Asunción Delmás Lapuente (Fuentes de Ebro, Zaragoza, 1867 - ibídem, 1903) fue una cantadora de jota aragonesa considerada la mejor del siglo XIX, y posiblemente la mejor voz femenina de la historia de este género musical. Fue discípula de Santiago Lapuente y cantaba con una tesitura de mezzosoprano, fundamentalmente en su pueblo, Fuentes de Ebro, donde iban a verla sus admiradores.

Debido a que no actuó más que en tres o cuatro ocasiones fuera de su pueblo, grandes personajes acudieron ex-profeso para escucharla; incluso el tren real de Alfonso XII realizó una parada en Fuentes de Ebro con ese fin cuando se dirigía a Barcelona. Con motivo de una serenata en honor de Francisco Pi i Margall, cantó en Zaragoza ante público muy numeroso (Lapuente habla de veinte mil espectadores) y recibió el apelativo de «la incomparable». Fue escuchada con emoción por músicos de la talla de Tomás Bretón, el autor de La Dolores, del que se dice, lloró al escucharla. Destacó en los estilos de la «aragonesa pura» y la «aragonesa libre». Una de las «aragonesas» lleva el nombre de «jota de Asunción Delmás». También fue conocida por su ejecución del estilo «fiera de Fuentes». En su familia hubo más cantadores, como Carolina, Francisco y Baldomero Delmás, creador del estilo «Baldomero». Casada con Simeón Urzola Marcén, murió muy joven, a los treinta y seis años a consecuencia de unas fiebres puerperales contraídas a raíz su séptimo parto. La tradición asegura y, según Galán Bergua, autor del mayor tratado sobre la jota, es totalmente cierto, que antes de morir entonó la llamada por la actriz María Guerrero “jota honda”: “Tengo una pena, una pena, / pena que me está matando; / se la contaré a la tierra / cuando me estén enterrando”. No grabó ningún disco.

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