Esta magnífica cantadora nació en 1900 en Zaragoza y falleció en 1954. De ella podemos decir que fue una jotera baturra con una gran presencia en la escena. Discípula de Pascuala Perié, asimiló el modo de cantar de la gran profesora interpretando fielmente los estilos clásicos que ésta le enseñó. Fue Pascuala Perié quien le sugirió que adoptara el segundo apellido de su madre como nombre artístico, ante la oposición de su padre a que usara los apellidos paternos. Realmente María se apellidaba Pérez Cambero. María Virto dedicó a la jota la mayor parte de su existencia. Actuó con diferentes cuadros joteros y también llegó a formar grupos que, bajo su dirección, visitaron pueblos y poblaciones de importancia. Con unos y otros se prodigó y triunfó. Asimismo dio lecciones a muchos principiantes a los que encauzó acertadamente por el camino del éxito. Su gran ilusión era alcanzar un máximo galardón en los Certámenes Oficiales, lo cual consiguió con todos los honores al obtener el 1er premio del COJ en el año 1945 y el extraordinario de 1949. Antes ya había alcanzado un accésit de 100 pesetas, como tercera cantadora en el COJ, y en 1947 ganó el primer premio en un certamen de Teruel. Su voz quedó grabada en discos gramo fónicos. Así, en las discotecas de las emisoras de radio se conservan con gran interés 5 realizaciones de las casa “Columbia” y “Regal” en las que María Virto interpreta sus tonadas predilectas, acompañada por la rondalla Goya, que dirigía el profesor Sánchez Candial; entre ellas destacan “A ver si la bailas bien”, ”Anímate bailador” y “Te daré la despedida”. Su muerte fue precedida de una larga y penosa enfermedad que duró cinco años. Mientras María Virto permanecía en cama, le organizaron un acto homenaje donde participaron representantes de todos los sectores de la jota.